“El Rol de Nadine Heredia en el Gobierno de Humala”, “Nadine Heredia, la Mujer detrás del Presidente”, “El Factor Nadine Heredia”: una vez terminadas las Elecciones Presidenciales 2011, hemos visto como, uno a uno, aparecieron reportajes de este estilo en prensa escrita y televisión. Intentan enseñarnos a mirar a nuestra “Primera Dama” como a una persona de cuidado. ¿Lo lograron?, ¿se prendieron tus luces de alerta?

Pensemos un minuto: Nadine Heredia está metida en política desde joven –nos alertan los medios–, tiene estudios de doctorado y es co-fundadora del "Partido Nacionalista", es una "Primera Dama" que no se conforma con vestirse linda y posar con Ollanta Humala en las ceremonias oficiales de Palacio de Gobierno –parecen argumentar– ¿Y cual es el problema?, de momento no veo ninguno. El sólo término “Primera Dama” es ya ridículo, además de ser un "cargo" irrisoriamente decorativo, aunque ya no lo notemos por la capacidad de santificación que tienen los años. Sin embargo, cuando su análogo masculino “Primer Caballero” asoma en el territorio de las posibilidades, la risa se encuentra siempre a flor de piel.

Antes de la segunda vuelta electoral, la prensa nos mostraba a un Humala vertical y autoritario, como estrategia para que votáramos por el “mal menor” encarnado en la hija de Alberto Fujimori. Sin embargo, una vez acabadas las elecciones, notamos el cambio de táctica: Humala pasa de ser un dictador a una suerte “sacolargo político”, celosamente tutelado por su esposa Nadine Heredia. Pareciera que la prensa política peruana tuviera una mirada decimonónica respecto a la mujer, encasillándola en el rol reproductivo y de ama de casa, restándole cualquier tipo de protagonismo en la toma de decisiones, salvo las que pasan por el siempre subjetivo arte del “buen vestir”.

El recuerdo de Pilar Nores todavía está  fresco, por lo que las odiosas comparaciones se hacen inevitables. Todos recordamos lo bien que cumplió su rol ornamental la (actual) ex-esposa de Alan García, manteniendo siempre la sonrisa de comercial de dentífrico, guardando un incomodo silencio incluso, mientras nuestro ex-Presidente declaraba durante una ceremonia oficial en Palacio de Gobierno: “haber mantenido una relación (extramatrimonial) con una persona de altas cualidades”. ¿Ese es el formato de “Primera Dama” que complace a los medios de comunicación?: una mujer que no influya en las decisiones del esposo, que se vista siempre elegantemente, se pare derecha, y decore a nuestro mandatario con su atractiva –y silenciosa– presencia.

Por lo que vemos, un gran sector de los medios de comunicación, en su intento por restarle apoyo popular a Ollanta Humala, encasillan a la mujer peruana en roles primarios, o como un instrumento de prestigio social –a través del deseo de los otros que la miran, a manera de trofeo del "conquistador"–. Con esta nueva estrategia ejecutada desde el inicio del nuevo gobierno, quienes quieren mantener las cosas como están en el país, intentan restarle puntos de aprobación a Humala y a sus promesas de reformas con las que llegó a la presidencia; pero también, intentan sabotear cualquier posibilidad de que sea Nadine Heredia la candidata presidencial de "Gana Perú" el 2016, no importa si para lograrlo, se valen de argumentos con un sesgo machista bastante desagradable.