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A Propósito de la Igualdad Ante la Ley

Publicado: 2011-07-18

Imaginemos, un fin de semana cualquiera, entras a tu local favorito acompañado de tus amigos y, de pronto, notas algo nuevo en la pared: un cartel te hace saber que desde ahora ese local es respetuoso con las minorías sexuales, ¿que pensarías?

Veamos los Derechos Fundamentales de la Persona, incluidos en el Capitulo I de la Constitución Política del Perú; artículo 2, inciso 2.

Toda persona tiene derecho:

“A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.”

Interesante, ¿verdad?, según la Constitución todos somos iguales ante la ley y esto no viene desde 1993, ese derecho a la igualdad estaba ya estipulado en la Constitución de 1979. ¿Entonces por qué continúa siendo letra muerta? Por falta de voluntad política, básicamente. Nuestros políticos tradicionales siempre han sido demasiado cercanos a los intereses de la iglesia católica como para ir en contra de los principios rectores de esta institución medieval, razón por la que el Estado laico es también letra muerta. Actualmente; sin embargo, la Municipalidad de Lima está preparando una ordenanza municipal orientada a acabar con la discriminación en todos los locales de Lima, bajo pena de multas y retiro de licencias a los infractores.

¿Alguna vez quisiste entrar a una discoteca “re-fashion” y te dijeron que es sólo para invitados?, ¿alguna vez te dijeron: “disculpe, señor, pero no puede entrar con zapatillas” y te dejaron fuera mientras otros -con menos melanina en la piel que tú- pasaban sin problemas calzando sandalias?. Ese tipo de discriminación todavía existe, asolapada en la ciudad, pero nadie la defiende públicamente, nadie acepta abiertamente ser racista, no hay político que salga en radio y televisión defendiendo el derecho de los locales públicos a no dejarnos entrar. Sin embargo, cuando se habla de igualdad sexual, todo es distinto, nunca faltan personajes públicos –como Phillip Butters, o el Cardenal Cipriani– y políticos inconsecuentes con la Constitución –como Rafael Rey o virtualmente todos los representantes del PPC– que se ponen la camiseta de la discriminación sexual. ¿Por qué? porque esta causa es “popular” electoralmente, genera réditos políticos, pero ¿por qué sucede esto?, porque los sectores socioeconómicos E, D y C son un espejo exagerado de los prejuicios que tienen nuestros sectores más acomodados. Todos vemos la misma televisión, todos tenemos la misma iglesia católica, pero no todos nos sabemos manejar según el criterio conservador de lo “políticamente correcto”, criterio que enseña que se puede discriminar, siempre y cuando se guarden las formas.

Discriminación de los de arriba:

Discriminación de los de abajo:

Existen políticos y sectores conservadores que se oponen a esta futura ordenanza municipal, deberían ir más allá del Gobierno Local y oponerse directamente a los derechos fundamentales de la persona incluidos en la Constitución. Argumentar que no se puede enseñar a los niños a aceptar la homosexualidad como “algo natural”, significa llevar la discriminación a la siguiente generación . La computadora desde donde escribo estas líneas es también bastante anti-natural, al igual que los lentes que tengo puestos para sobrellevar la miopía, pero así es la sociedad, es una construcción cultural bastante anti-natural, y eso es justamente lo que nos diferencia del resto de animales.

Respecto a la postura del Cardenal Cipriani, hay un principio básico que se debe respetar: la dimensión pública es propia de la política, de la misma forma como la dimensión privada es propia de las iglesias; la política no se debe entrometer en lo que la gente quiere creer –principio básico del Estado laico–,  y las iglesias no se deben entrometer en la política, esas son las reglas del juego. La lucha por la conquista de la igualdad ante la ley es una sola, deberíamos aprender a condenar públicamente a cualquiera que se atreva a justificar la discriminación, se presente de la forma en que se presente. Tenemos en Susana Villarán a una autoridad política que quiere hacer cumplir la igualdad ante la ley, es nuestra oportunidad  para conquistar este derecho más allá del papel, no dejemos que se convierta en otra oportunidad perdida.

Volvamos al inicio, imaginemos, un fin de semana cualquiera, entras a tu local favorito acompañado de tus amigos y, de pronto, notas algo nuevo en la pared: un cartel te hace saber que desde ahora ese local es respetuoso con las minorías sexuales, ¿que pensarías?


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Lima, Hora Cero

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