Mika frente al espejo todo lo ve rojo: el rostro en el espejo de Mika al revés. Es casi una máscara, un gesto atrapado doblemente: el espejo que devuelve a Mika que no está (que nos evade) y la cámara de Nan Goldin que perenniza en máscara el gesto repentino y fugaz. Hay un sutil espanto en sus facciones simples, una breve pena que asoma en su boca entreabierta. Una inquietud asoma roja y al revés. Pareciera que va a sollozar, que va a emitir un sonido indecible, una palabra que no es sino el pasmo en la máscara de Mika.  Sin embargo, el Punctum de la foto no está en el doble del espejo, ni en la gama de rojos que se intensifica en dirección a él. Lo desconcertante esta en ese espacio negro que ES -en realidad- Mika.Es como una obstrucción, un inoportuno desencuadre, una presencia que arremete en la foto con su opacidad violenta y evasiva. Ese es el espacio real de la foto y no permite nada más que un vacío insensible, algo que no dice nada, que nada es sino oscuridad. Y aún así es más perturbador que el gesto de las aguas petrificadas del espejo de Mika (que no está). ¿Qué mira ella realmente?

* Nan Goldin - Mika in her mirror (1994)

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Nan Goldin (1953) es una fotógrafa norteamericana cuyo trabajo se caracteriza por el registro de escenas privadas, vinculadas casi siempre a su propia vida, la de sus amantes y amigos. Nan Goldin no ofrece una sofistificación formal en sus trabajos, lo suyo transita por la sincera documentación de escenarios íntimos (habitaciones, baños, camas, etc.) o de retazos de espacios públicos -por lo general, casi siempre durante la noche-. Las instantáneas de Goldin giran en torno a las relaciones amorosas, el travestismo, el cuerpo y la enfermedad.